Dr. Fernando Carbonell Tatay: “El cirujano debe saber tomar decisiones rápidas, y preocuparse mucho por el paciente”
El doctor Fernando Carbonell Tatay es hijo de médico, y siempre tuvo clara su vocación médica, y que quería especializarse en cirugía. Tiene cinco hermanos, dos de los cuales son también médicos. Se doctoró en la Universitat de València con Premio Extraordinario en la Tesis Doctoral. Está casado y tiene cuatro hijos, y asegura que su mujer, Daniela, ha sido su constante apoyo durante toda su carrera. Ha sido Jefe de la Unidad de Cirugía de Pared y Cirugía de Corta Estancia del Hospital La Fe de Valencia hasta 2015. Ahora es el Jefe de la Unidad Valencia Quirúrgica del Hospital Quirón Salud de Valencia. Es Académico Correspondiente de la RAMCV, y Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Chile.
Esta entrevista se pactó hace 10 meses, pero no se pudo realizar hasta este momento.
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-¿Por qué eligió como especialidad Cirugía General y Aparato Digestivo? ¿Qué le atrajo en ese momento?
Era una especialidad que me atraía mucho por el trabajo con las manos. El cirujano ha de tomar decisiones rápidas, y me gustaba ese reto. Mi padre fue un ejemplo que nos educó siempre en pensar en todo el mundo, y en este caso en el enfermo. Mi padre siempre olía a éter, me gustaba mucho ese olor.
Hay muchas definiciones sobre cómo debe ser un cirujano. El cirujano debe ser muy hábil y responsable, saber tomar decisiones muy rápidas, tener los recursos para solucionar cualquier problema que surja durante la intervención, y preocuparse mucho por el paciente.
-Hace 16 años fundó la Unidad de Cirugía de Pared Abdominal en el Hospital La Fe. Una unidad pionera en aquellos tiempos.
Estoy muy orgulloso de esa unidad, fue muy pionera. A través de la Sociedad Española de Cirujanos predicamos la creación de estas unidades por toda España. Hay compañeros que vinieron a aprender a La Fe, a formarse sobre esas cirugías. Estoy muy orgulloso de haber creado una escuela y haber “inventado” unas técnicas que no existían para resolver problemas importantes en la pared abdominal. Introdujimos una técnica nueva personal, la separación anatómica de componentes, la doble malla ajustada… Pudimos traer técnicas nuevas, como la utilización de la toxina botulínica en la pared abdominal, prehabilitar a los pacientes con gimnasia, crear una unidad multidisciplinar con los radiólogos… Esto nos trajo a veces distorsiones en los congresos, porque había gente que no le daba importancia a todo lo que hacemos. Hoy en día es tan importante como cualquier otra unidad. No es más exitoso el cirujano que hace una gran técnica, sino el que utiliza la técnica adecuada para resolver el problema de cada paciente. Hay que tener la humildad para aprender de todo el mundo.
-Igualmente, fundó la Unidad de Cirugía sin ingreso también en La Fe.
La puso en marcha el doctor José Iserte. Fuimos introduciendo patología, como la colecistectomía laparoscópica, que fue todo un reto.
-Es también fundador y presidente de la Sociedad Hispanoamericana de Hernia.
El motivo fundamental es el fomento de la ciencia en español. La Medicina y la cirugía están inundadas de palabras anglosajonas. La cirugía de pared ha tenido una escuela maravillosa como es la argentina, pero no publicaban en inglés. Todos los cirujanos importantes de la pared abdominal han hablado castellano. La Sociedad ha favorecido que crezcan sociedades de hernia en muchos países latinoamericanos. Hemos organizado congresos internacionales, hace poco en Argentina, y el mes que viene tenemos otro en Perú, con tres ponentes españoles. La Revista Hispanoamericana de Hernia es la única revista monográfica en español sobre este tema. Nos cuesta un gran esfuerzo mantenerla, pero ha significado ser un gran instrumento docente para muchos cirujanos. La editamos desde hace 20 años, ahora digitalmente y gratuita. Es una gran herramienta docente.
-Ha desarrollado también una gran carrera como cirujano taurino. ¿Cómo es el trabajo en una plaza de toros?
Son como heridas de guerra. Tuve un magnífico maestro, el doctor José María Aragón. Me permitió acompañarle en la Plaza de Toros, y aprendí muchísimo de él. Es una cirugía con muchísima responsabilidad. Ves el accidente en directo, tienes unos medios limitados en el quirófano de la plaza, y has de salvar la vida en ese momento. Es una cirugía de control de daños antes de trasladarlo a un hospital.
-Toda su carrera ha estado ligada a la ciudad de Valencia, haciendo promoción de ella en conferencias por todo el mundo.
Creo que vivimos en una ciudad maravillosa, con una gente y un clima maravillosos. Todo el mundo es muy liberal, se acepta a todo el mundo. La luz que plasmó Sorolla… He vivido cómo se ha ido desarrollando la sanidad en Valencia. Soy un defensor de la figura del médico responsable. El paciente debe tener un ‘feeling’ con el médico, desde el diagnóstico hasta el post-operatorio.