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El edificio colegial se abre en 2018 a la accesibilidad de las personas con movilidad reducida y a la luz

Finalizadas las obras de los últimos meses, la sede del ICOMV disfruta ahora de un Colegio accesible para todos, una remodelada sala Chuliá Campos con la mejor dotación tecnológica y de un vestíbulo de estética actual.

El actual edificio del Colegio de Médicos de Valencia suma cuatro décadas desde su traslado en el centro de Valencia (en la calle Isabel la Católica) al actual emplazamiento en la Avenida de la Plata. En 2018 era necesario realizar una remodelación de la zona de la entrada principal del edificio con el fin de adaptarla al uso de personas con discapacidad o movilidad reducida, pues -hasta el momento- los visitantes con dificultades sólo podían usar un acceso secundario ya adaptado.

Una situación que es habitual en los edificios construidos en aquella época, pues las normativas de accesibilidad no incluían las exigencias actuales y de ahí que tantas edificaciones de entonces requieran salvar escalones para poder entrar a las mismas.

El gran edificio colegial, construido en 1977, y con imagen singular y reconocible dentro de la arquitectura valenciana, debía renovarse, pero conservando sus características. Se trataba de traerlo al presente salvando sus carencias de accesibilidad y modernizando su estética.

La reforma ha consistido en la colocación de un ascensor exterior, un volumen acristalado que no altera el proyecto original y que sirve de alternativa de acceso de la cota de la calle a la cota del vestíbulo del colegio. Al elevador se puede acceder tanto desde la cota de la calle como desde la planta inferior del sótano.

Paralelamente se ha sustituido la escalera y la carpintería del acceso acristalado. El cerramiento, consiste en un doble conjunto de dos puertas fijas más dos puertas correderas automáticas con detector de presencia. El diseño de este doble conjunto se resuelve mediante una perfilería de reducidas dimensiones para aumentar la superficie acristalada lo que redunda directamente en una mejora de la iluminación ambiental del vestíbulo.

Asimismo, se ha intervenido en la zona ajardinada exterior colindante al acceso y la escalera y puerta principal. En total, 360 m² construidos.

Respecto a la estética, la intervención busca la integración con los valores consustanciales del edificio original, pero también el contrapunto que ponga en valor el edificio existente y la propia intervención.

Para los revestimientos verticales se han utilizado principalmente madera de roble mallado, combinado puntualmente con tablero lacado en blanco y colores neutros.

 

La nueva conserjería

La conserjería continúa en el mismo emplazamiento, pero con una transformación visible en su estética. Al mismo tiempo se ha mejorado su funcionalidad y el confort de este espacio de trabajo, aumentando, además, la capacidad de almacenamiento.

Para la mesa del mostrador se ha optado por el color blanco, que confiere una imagen moderna y aporta más luminosidad al vestíbulo. El mismo color blanco se emplea en las lámparas suspendidas de esta zona, que con su forma consistente en triángulos más o menos agudos, recuerdan la geometría del mural que queda al fondo de la mesa de recepción.

 

La madera, el color blanco y las nuevas tecnologías nuevas señas de identidad de la remodelada sala Chuliá Campos

La nueva sala Chuliá Campos mejora la funcionalidad, la accesibilidad y el confort mediante la adecuada integración de las instalaciones de iluminación, informática, imagen y sonido. La calidad de la acústica se controla mediante la utilización de revestimientos y falsos techos, todo ello integrado según una estética contemporánea y atractiva.

A la sala se puede entrar desde dos accesos distintos a diferentes cotas en correspondencia con los dos niveles que tiene el vestíbulo del Colegio.

Respecto a los materiales, para el interior de la renovada sala Chuliá Campos se ha utilizado exclusivamente un tablero laminado roble mallado, en sus versiones lisa y perforada. La versión perforada es la que permite controlar la calidad de la acústica del salón.

Para los falsos techos, en la zona de butacas se combina el pladur liso con el perforado absorbente el cual permite el control de la acústica. En la zona del escenario, para destacarlo, se cubre utilizando el mismo tablero laminado de madera que reviste los paramentos verticales.

Para el pavimento se ha utilizado linóleo, tipología que reduce al mínimo la cantidad de juntas, facilita la limpieza, absorbe muy bien el impacto de la pisada y contribuye positivamente a la calidad de la acústica del salón.

Para las butacas, con 150 plazas de capacidad, se ha escogido una marca de gran calidad, de un diseño, ergonomía y confort muy bien resuelto. Con un revestimiento de cuero ecológico. Integrando además enchufes en aproximadamente la mitad de los brazos y tablas-escritorio retractiles en cada brazo.

La iluminación, resuelta casi exclusivamente con líneas de led, se integra en los ritmos del falso techo y los revestimientos. Este sistema permite un gran ahorro de energía eléctrica y una eliminación prácticamente del mantenimiento.

La instalación de climatización queda resuelta con un circuito independiente para el salón y las cabinas, los difusores de impulsión integrados en el ritmo del falso techo y el retorno mediante rejillas lineales integradas en la parte la parte inferior.

La instalación audiovisual incorpora tecnología de última generación, muy estudiada y resuelta con gran versatilidad, dejando además la posibilidad de que pueda recibir actualizaciones en un futuro si fuera necesario.

En concreto el equipamiento consta de: pantalla de proyección de grandes dimensiones, de hasta 200″; proyector de última generación escondido en el falso techo mediante un ascensor; cámara de grabación giratoria electrónica con control a distancia, cabinas desde la que se controla y se regula la iluminación, el sonido mediante una mesa de mezclas, la imagen proyectada, etc…

 

Por un Colegio accesible para todos  

Las remodelada entrada y salón Chuliá Campos del Colegio cumple desde ahora, desde el exterior y hasta el interior, las condiciones de accesibilidad para las personas con dificultades de acceso:

– Un itinerario accesible, entiendo como tal, libre de escalones desde la cota de la calle hasta el lugar reservado para las sillas de ruedas

-Una anchura mínima para la circulación y puertas de entrada y de paso.

-Un mínimo de plazas para sillas de ruedas en el caso del salón.